Siempre quise ser una mujer de las que no voltea al decir adiós, de las pocas con más libros que revistas en el estante y con más zapatillas que sandalias con tacones, pero la vida es como un rollo de papel higiénico:"mientras menos te queda más rápido corre" y me pone más sandalias con tacones, revistas y despedidas defíciles...
No se trata de estados criminales de memoria, en los que pueda usar el "método del disquette" para borrar escenas de mi vida que de vez en cuando me hacen sonreir desde dentro, como exhalando un poquito de alma que ya no recuerdo ni como perdí.
Pues la situación se me puso compleja y sofisticada, vivo con una maleta lista para ser trasladada cuando las ganas no soporten mi buen humor y para cuando se terminen de debilitar mis esfuerzos inhumanos de construir en tierra mojada pero firme, tiemblo y sonrío, tiemblo y sonrío , lo repito una y otra vez mientras el mediterráneo parece descanzar en hamaca y yo, agitada cual niño en montaña rusa quiero descubrir tus pensamientos, unos que posiblemente ni tú entiendas bien;
descubro que los humanos olvidados del olvido que despiertan apurados y corren a la lap top no lo hacen por pretenciosos deseos de "aquiestoycismos" sino porque desean saber más de lo que deben, corriendo riesgos que, inevitablemente los hará estremecerse lenta y delicadamente.
Odio mis "te extraño" seguidos por suspiros interminables que nunca llegan a tí...y odio el hecho de odiar más mis manías mientras más te amo.
Al menos ahora no necesito pretextos absurdos de sobrevivencia, al menos ahora estoy segura que nunca brillé tanto como cuando me veía en aquellos puntitos color miel,al menos ahora busco lados positivos y los defiendo con devoción porque, aunque nunca lo reconozca no tengo otra opción.
De cualquier forma,el rollo sigue girando.
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2 comentarios:
wow
Sabes decir adios.
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